Dania Virgen García
Cuba por Dentro
En varios puntos de venta de la capital, los vendedores comentan que entregarán las licencias de cuentapropistas debido a las excesivas exigencias de los inspectores.
Refieren estas vendedores que se han personados en los lugares de ventas inspectores, para informarles que a partir del 30 de noviembre no podrán vender ropas extranjeras, artículos comprados en las tiendas, útiles del hogar y CDs que no sean originales.
Madelaine Caraballo, una vendedora por cuenta propia, explicó a esta reportera, que a partir del 1ro de diciembre, la ropa que vendan tiene que ser de confección artesanal, y no les permitirán vender artículos como bombillos ahorradores, toma corrientes, encendedores.
Si los vendedores no cumplen con lo establecido les serán quitadas sus licencias y les impondrán multas elevadas.
Los cuentapropistas no tienen dónde comprar los útiles del hogar, si no es en las tiendas donde los vende el estado, para luego poder revenderlos a sobre precio.
“Nosotros no obligamos a la personas a que los compren”, dijo Madelaine.
“¿Para qué vamos a confeccionar ropa si los cubanos no compran ropa casera?”, dijo una mujer en un portal de la calle Carlos III. La mayoría de la ropa que vende es traída por parientes suyos que residen en Miami y Ecuador.
Por su parte, los vendedores de discos explican que no tienen el dinero suficiente para comprar y vender los discos originales, que son muy caros y difíciles de conseguir.
Plantean también que con lo poco que recuperan de esas ventas tienen que pagar el alquiler del lugar donde venden, la licencia, la asistencia social, además de sus meriendas y almuerzo.
Los contratos de los cuentapropistas son de hasta un año.
Muchos cuentapropistas comentan que entregarán sus licencias y empezaran a vender los productos como lo hacían antes, en sus viviendas, por la izquierda y cuando sean descubiertos por los inspectores pagarán las multas o los sobornarán y seguirán vendiendo.
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