Fue más Negra la Noche

por Jorge Marín Matos

Periodista Independiente

 

14 de diciembre de 2010

 

En la fotos Francisco Sa Fuste muestra su herida y la huella de el atropello en su camisa:

 

 

Cuando las cosas parecen ir con alguna tendencia cívica y denotan destellos de dialogo; el Gobierno Cubano arremetió con firme brutalidad. La aparente flexibilidad del Estado da muestras de civismo y comprensión ante las mediaciones de la Iglesia Católica Cubana pero tras la nocturna quietud, asecha a sus oponentes políticos para evitar que estos se reúnan en la víspera del 10 de Diciembre, Día mundial por los Derechos Humanos.

 

En horas de la noche del día anterior a la citada fecha, una ola de detenciones generó la incertidumbre que perduró por varios días, entre miembros y activistas de Derechos Humanos en la isla. Nada de dolor, nada de lágrimas; diríase que mucha indignación y protesta.

 

Las detenciones de líderes de Movimientos opositores y el perseverante Concilio Cubano, fueron blancos de brutales ataques. El Periodismo Independiente y alguna que otra tendencia política estarían igualmente sentados en la silla de los martirios.

 

Grupos operativos integrados por Oficiales de Seguridad del Estado y civiles como sus fuerzas auxiliares o parapoliciales; llevaron a cabo detenciones en domicilios y en la vía pública, asedio a viviendas de periodistas independientes y miembros o líderes de  oposición política. Una vez más los Derechos Humanos sobre la mesa de la disputa y convertidos en el punto más oscuro de la polémica.

 

Ante mis ojos, varios jóvenes se precipitaron para detener en plena calle al Delegado del Frente Línea Dura del Municipio Playa, un hombre de 66 años de edad; de paso lento y cansado, de nombre Francisco Sa Fuste.

 

Desde el patio de una vivienda donde varios de sus colegas intentaban abrir la puerta para ponerlo a salvo, se observó como este señor fue empujado contra el pavimento y la acera durante una detención sorpresiva por jóvenes oficiales del DSE, quienes no le permitieron alcanzar la puerta.

 

El anciano fue arrancado de los brazos de la periodista y bloguera Dania Virgen García, una mujer incapaz de superar la violencia generada en su entorno en escasos segundos y en la misma puerta de su morada. Gritos, ofensas, improperios y consignas de un lado a otro. Denuncias a viva voz, respuestas amenazantes y la noche indiferente; cómplices ocultos tras las ventanas y el resto sumergido en el profundo sueño de la obediencia.

 

Me pregunté: ¿Qué es esto? ¿Hasta donde hemos llegado? Se trataba de un anciano, un ser sin la mínima aptitud de ripostar violentamente como para merecer tanta parafernalia. Nuevamente el escenario mostraba para mí un contraste revelador, donde la vía de la palabra y la búsqueda del dialogo, era atacada violentamente.

 

“a Dios rogando y con el maso dando”: un refrán popular que quizás el Gobierno abrasó como estilo singular de resolver las polémicas cuando le faltan argumentos.

 

Fue muy impactante; ahora estaba del lado del dolor, la incertidumbre, la zozobra; podía experimentar las mismas sensaciones y los mismos impulsos, pero a su vez miraba hacia mi pasado y sentía pena. Vergüenza da manchar la Revolución con brutales procedimientos y tamañas violaciones del estado de Derecho: detenciones sin cargos judiciales, ficticios y amañados expedientes de fase preparatoria, coacción; asedio operativo, en fin, un número de acciones que simplemente llevarían la confrontación por senderos de la violencia insurreccional.

 

Es el miedo una herramienta de estos tiempos. El miedo desaparece, es superable, el respeto, no y es precisamente ello lo que se ha perdido: el respeto a la memoria de quienes han muerto más de una vez para borrar la represión y el estado de incertidumbre popular. Ese irrespeto al dolor de un pasado sangriento y brutal bajo viejas dictaduras que azotaron la isla.

 

Tristeza da mirar como el proceso revolucionario se transforma en maquinaria hostil, como se niegan a escuchar lo que muchos quieren expresar, como no se atreven a discutir civilizadamente las diferencias y lo insólito que sucede a diario. En mi país poseer una Declaración Universal de Derechos Humanos es catalogado como propaganda enemiga.  ¿Acaso es ese el enemigo? ¿Acaso estamos en guerra contra los Universales Derechos Humanos?

 

Jamás he formado parte de Movimiento Opositor alguno, ni siquiera de Comisión alguna de Derechos Humanos. Podría reconocer que todavía soy neófito en el tema, pero algo me ha llegado a la memoria desde aquella noche, desde ese fotográfico pasaje de ver el rostro del anciano, espaldas sobre el lodo de la acera; y ese algo, es un pensamiento del legendario Comandante Camilo Cienfuegos, al expresar algo así:

“Cuando la Revolución devore a sus hijos, significa ha dejado de existir”.