19:14
por Osmar Laffita Rojas
Periodista Independiente
2 de diciembre de 2010
La culinaria popular cubana está marcada por una variedad de platos que nos identifican. Uno de ellos, el más popular, es la combinación de arroz y frijoles. Para muchas familias, si no aparece en la mesa, es como si no hubiera comida. Es normal que no haya carne, pescado, huevo, ensalada o pasta de cualquier tipo, pero lo que sí no puede faltar es el arroz y los frijoles, aunque se acompañen sólo con un pedazo de vianda, pan y un vaso de agua.
La crisis de la producción agrícola es tal que la oferta de frijoles ha llegado a un extremo que los frijoles en venta libre prácticamente han desaparecido. Cuando los encuentras la libra está a 25 pesos. Mientras tanto, el arroz, por la izquierda, no se encuentra a menos de entre 8 y 10 pesos la libra.
El precio de los frijoles hace unos meses no sobrepasaba los 10 pesos la libra. El aumento del precio responde a que en estos momentos se cotiza en el mercado internacional la tonelada de la leguminosa a 900 dólares la tonelada.
La situación se agrava porque el gobierno, aunque no lo dicho por ninguna parte, no ha podido comprar las 80 000 mil toneladas de frijoles para garantizar la entrega normada y la venta liberada en los mercados agropecuarios estatales.
De acuerdo a los planes, para el próximo año se tiene previsto un plan de siembra de 80 000 hectáreas, con una producción que puede estar cercana a las 80 000 mil toneladas, dado que se tienen previstos rendimientos no menores de una tonelada por hectárea.
La desaparición del frijol y el arroz de los mercados agropecuarios estatales, responde a las graves deficiencias que hoy arrastra la producción agrícola cubana. Todo un inventario de justificaciones no explica las reales causas de que el arroz y los frijoles se hayan convertido en un lujo.
Con los 450 pesos mensuales de salario promedio de los cubanos, es muy difícil destinar cerca del 50 % de ese dinero para comprar arroz y frijoles, mas los ingredientes para cocinarlos, para consumirlos cinco o seis veces en el mes. Con ese dinero, no es posible.
Sólo aquellos que reciben remesas, trabajan en el turismo, en firmas extranjeras, misiones diplomáticas se dedican al trabajo por cuenta propia o están sumergidos en las insondables y oscura aguas de la economía informal, pueden comprar en las tiendas de recuperación de divisa (TRD), los paquetes de frijoles, arroz y azúcar, cuyo precios fluctúan entre 1,50 y 2 pesos CUC el kilogramo.
En estos momentos, sólo pueden consumir arroz y frijoles varias veces en el mes, aquellos cuyos ingresos sobrepasan los 2000 pesos mensuales (o su equivalente en CUC).
Hace un tiempo, un plato de arroz con frijoles y un pedazo de pan era para gran parte de los cubanos la comida del día. Ahora eso ya se acabó. Si desea comer arroz y frijoles, tiene que pensar si puede destinar a ello no menos de 40 o 50 pesos. De lo contrario, se puede olvidar de ponerlos en la mesa.
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