Otro plan represivo

por Dania Virgen García

Bloguera y Periodista Independiente

 

20 de Septiembre del 2010

 

Todavía consta en la memoria el hecho acaecido, en la capital cubana, cuando Bertha Soler, segunda líder del Movimiento femenino Damas de Blanco irrumpió en áreas de las Plaza de la Revolución para protestar por las condiciones críticas de enfermedad en que se encontraba su esposo Ángel Moya Acosta, así como los demás prisioneros de conciencia correspondiente a la Primavera Negra.

 

En cuanto a los hechos; la entrevista sostenida por esta reportera con el ex oficial de la policía política, Jorge Marín Matos, arrojó nuevos elementos de lo que allí aconteció.

 

Dijo El ex militar: Se trata de un sistema de medidas conocido como Plan Plaza, que comprende no solo los medios técnicos operativos instalados alrededor de este sitio histórico. Lo que ocurrió allí no fue más que la ejecución de acciones planificadas y destinadas a sofocar la Disidencia organizada en caso de reclamos, peregrinaciones y eventualidades de todo tipo que comprendan reuniones públicas o inminentes concentraciones de opositores en dicho lugar. Es un viejo plan de enfrentamiento de la Contrainteligencia bautizado con el nombre de Plan Plaza.  La parte esencial de este Plan represivo consiste en  la movilización secreta de fuerzas civiles destinadas a sofocar violentamente cualquier peregrinación que se lleve a cabo por alguna tendencia política considerada de contraria al régimen cubano.

 

Dicho plan, según plantea  el ex oficial, se activa desde las zonas concebidas como vías expeditas alternas utilizadas por el Dictador hasta los alrededores de la Plaza Cívica. Entre las fuerzas que participan están las organizadas por el conocido Teniente Coronel Cazay, quien años atrás radicaba en una instalación ubicada en la calle Zapata y 24, en el capitalino Barrio del Vedado.  Este señor organiza, selecciona y fiscaliza el trabajo represivo con la utilización de las fuerzas civiles a las que suele dársele el calificativo de Brigada de Apoyo de la Contrainteligencia o Batallón de la UJC-MININT. Dicho jefe, en la actualidad fue sustituido en funciones por un joven oficial y pasó a ocupar un cargo mucho más complejo entre cuyas obligaciones está, llevar metodológicamente a lo largo de la isla, la creación de tales fuerzas para el control y hostigamiento a la Oposición pacífica.

 

Se trata, sin muchos prejuicios lingüísticos, de una fuerza paramilitar compuesta por personas de conocida preparación, con hábitos y habilidades propias del arte operativo. Una fuerza que tendría mucho que responder ante los órganos de justicia internacional.