Preso hindú denuncia a diplomático de la India en Cuba

Dania Virgen García

Cuba por Dentro

 

El preso hindú Dalvinder Singh Jagpal, un ciudadano indio que está preso en Cuba desde noviembre de 2002, en declaraciones telefónicas a esta reportera desde el Combinado del Este, afirma que el primer secretario de la embajada de la India en Cuba, Bahgwat Swarup, a quien acusa de corrupto, en vez de ocuparse de su caso, ha conspirado contra él. 

 

“No comprendo la actitud del gobierno indio con sus ciudadanos. En pleno siglo XXI, el gobierno de la India, en vez de  diplomáticos honestos y dignos que se ocupen  del bienestar de sus ciudadanos, envía corruptos y  delincuente profesionales. ¿Hasta cuándo tendré que aguantar?”, expresó Dalvinder Singh Jagpal.

 

Refiere: “El primer secretario de la embajada india, como disfruta en Cuba de impunidad diplomática, el miserable tiene mujeres de la India como vacas sagradas, pero las usa como empleadas domésticas para cocinar y lavar. Sin embargo, le gustan las jovencitas y disfruta de la prostitución  barata. Anda por toda La Habana  con varias prostitutas cubanas. Esto no es secreto para nadie, todos los funcionarios de la embajada saben que el muy cochino y sinvergüenza no tiene ética. Seguridad del Estado tiene toda la información sobre él, pero se hace de la vista gorda, igual que con muchos otros diplomáticos indecentes que no pierden las oportunidades de comportarse como si estuvieran en un paraíso de prostíbulos”. 

 

Se pregunta Singh Jagpal: “No sé cuándo el gobierno de la India tendrá autoridad para revocar el mandato de  Bhagwat Swarup y poner nuestra sede diplomática en orden”.

 

El pasado mes de enero, Dalvinder Singh Jagpal envió una carta al Ministerio de Asuntos Internos de la India donde aseguraba que había sido abandonado por la embajada de su país, cuyos diplomáticos se comportaban como si no les importara su caso.

 

Dalvinder Singh Jagpal, que dice ser inocente, fue condenado a 30 años de prisión. Asegura que fue condenado sin evidencias en un juicio sin garantías legales al que los diplomáticos de su país ni siquiera asistieron.