Dania Virgen García
Cuba por Dentro
Desde la Prisión de Ariza, en la Provincia de Cienfuegos, informa el preso Julio Ortiz Argudín acerca de la situación del preso cubano-americano Miguel Garcés Díaz, sancionado a 15 años de privación de libertad, de los cuales ha cumplido más de tres.
Miguel Garcés fue condenado por el delito de atentado por el sólo hecho de expresarse públicamente en contra del gobierno.
Estando de visita en Cuba, al pasar por una asamblea de rendición de cuentas del Poder Popular que se celebraba en la calle, en Abreu, Cienfuegos, pidió que lo dejaran hablar. Cuando los funcionarios del gobierno le comunicaron que él no tenía derecho a opinar, Garcés les pidió que dejaran de engañar al pueblo cubano y que dijeran la verdad, y gritó frases antigubernamentales. Los funcionarios llamaron a la Seguridad del Estado.
Garcés este fue conducido para una dependencia policial del municipio Abreu. Mientras era interrogado por el capitán Alexis, de la Seguridad del Estado, el oficial, entre otros insultos, lo llamó “vende-patria”. Fue entonces que Garcés destruyó un cuadro de Fidel Castro que había en la pared. Como castigo, el capitán y varios oficiales desnudaron al cubano americano, y lo esposaron a una reja con los pies para arriba. Lo tuvieron así desde las 10 de la noche hasta las 7 de la mañana del otro día.
Cuando llegó la petición del fiscal, le pidieron 6000 CUC para solicitar el abogado. Como Garcés se negó a pagar esa suma, le pusieron un abogado de oficio. En el juicio, le impusieron una sanción de 15 años de cárcel.
Refirió Garcés a la fuente que desde que entró a la prisión, le han hecho la vida imposible: le han obstaculizado los beneficios penales, ha sido llevado a celda de castigo sin cometer indisciplina alguna y la Seguridad del Estado ha intentado obligarlo a repatriarse, a lo cual él se ha negado.
Este reo padece de úlcera, gastritis y es hipertenso, pero la dieta le es negada y la asistencia médica que recibe es deplorable.
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