por Dania Virgen García
Bloguera y Periodista Independiente
16 de junio de 2011
Desde la prisión Combinado del Este el recluso Yasser Rivero Boni denuncia los abusos y castigos a que es sometido por los funcionarios de orden interior.
Según Rivero Boni, desde el 3 de junio las presiones contra él han aumentado. “Estoy siendo castigado como todo un criminal”, asegura.
Rivero se encontraba en una celda de aislamiento cuando la abogada que lo representa fue a entrevistarlo y los funcionarios de orden interior le impidieron que lo viera y le advirtieron que “para él no hay abogado”.
Explica Rivero: “En la celda de castigo dormía en una litera sin colchón, el agua la ponían 20 minutos al día, las noches eran invadidas por ratas, cucarachas y mosquitos, la letrina estaba desbordada, la pestilencia era irresistible, no había ventilación, no tenía acceso al teléfono”.
El 8 de junio fue trasladado para el Edificio Uno, en el área de castigo conocida como la incrementada, donde las condiciones son similares.
El día 5, el Capitán Ávila y el Oficial Yoandri Batista le comunicaron a Rivero Boni que él no tendría dieta porque era “un contrarrevolucionario, un mercenario, y que ellos están ayudando a que él se muera”.
En una entrevista que tuvo con Elías, Segundo Jefe de Orden Interior, el Capitán Pupo, Segundo Jefe del Edificio 3, el Oficial Yoandri Batista, y un Capitán, cuando le preguntaron que desde cuando era contrarrevolucionario, Rivero Boni les respondió, que “desde que se había quitado la venda que le pusieron desde niño”. Los oficiales le advirtieron que “la prisión es de ellos y es revolucionaria”, y le comunicaron que a partir de ese momento le quitaban las visitas, la dieta, el teléfono, y la TV.
“Parece que eso explica por qué estoy castigado, me quitan las visitas, la dieta médica y permanezco aquí, en condiciones insalubres, inhumanas, entre reos peligrosos y sometido al maltrato continuo de los guardias”, dice Rivero Boni.
El área de castigo donde se halla Rivero Boni actualmente se usa para castigar a reos de alta peligrosidad o que hayan cometido hechos de sangre, violaciones o fugas. En estos momentos hay uno con cadena perpetua, otro condenado a 17 años por herir a un reo, uno con 38 años por homicidio y que apuñaló hace unos días a otro preso por motivos pasionales, y dos presos que desmayaron a golpes a otro recluso e inconsciente le picaron las nalgas y la cara.
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