Dania Virgen García
Cuba por Dentro
De las prisiones cubanas continúan llegando informaciones acerca de la pésima atención médica que reciben los reclusos.
Desde la provincia de Pinar del Río informó el activista de derechos humanos Raúl Risco Pérez, que en la prisión Kilo 5 y medio, al preso Apoliner Miguel Curbelo Matos, quien lleva más de seis meses sangrando por la garganta, el médico otorrino recomendó operarlo con urgencia, y los jefes del orden interior, no lo han conducido a un hospital.
En la prisión de Kilo 7, en la provincia de Camagüey, otros reos se hallan en la misma situación.
El recluso Cesar González Suarez, de 38 años, falleció el 5 de diciembre de un infarto cardiaco. No habiendo médico en el penal, el funcionario de orden interior demoró más de 30 minutos, para llevarlo a la enfermería.
Alexis Labrada Várelo, de 39 años, quien se encuentra en huelga de hambre desde el 29 de diciembre para exigir que se le haga un juicio justo, está orinando sangre desde hace muchos días, pero no tiene asistencia médica.
Braulio Fernández Rivero, de 32 años, se halla en huelga de hambre desde el 29 de diciembre. Está enfermo de lepra en estado avanzado. Tiene el rostro desfigurado. Adquirió la enfermedad en la prisión. Por reclamar que se le dé tratamiento médico, el pasado 11 de enero fue golpeado y conducido a una celda de castigo.
Yankier Rodríguez Domínguez, de 36 años, del campamento La Soledad en la provincia de Pinar del Rio, ciego del ojo izquierdo, tiene desviadas tres vértebras. Fue llevado 21 días a celda de castigo, donde le quitaron la rebaja de sanción de los 40 días, por pedirle al jefe campamento mayor Juan Duarte Toledo, que lo pasaran a un trabajo de menor esfuerzo. En estos momentos trabaja haciendo carbón.
En esta prisión de Kilo 7, hay dos presos invidentes llamados Jorge Luis Polo Leiva y Ricardo Álvarez Sardiñas, quienes han sido golpeados y amenazados con azuzarles los perros si continúan gritando consignas antigubernamentales para protestar por los malos tratos a que son sometidos en la prisión.
El pasado 12 de enero, el preso político Jorge Alberto Liriano Linares, de 59 años, del destacamento 5, en visita al destacamento de servicios médicos, planteó los problemas que afectan a los reos del penal. Después que la visita se marchó, el capitán Yosvel, jefe de reeducación, reunió a los reclusos de la llamada disciplina, les ordenó agredirlo, y que no le permitieran hablar más.
Abelardo González Samper, de 38 años, intentó ahorcarse. Fue ingresado en estado grave en el hospital “Amalia Simoni”. Había dejado una carta en la que explicaba que se suicidaba por los maltratos de que era objeto y las humillaciones por parte de los funcionarios de orden interior.
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