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por Dania Virgen García
Bloguera y Periodista Independiente
13 de julio de 2011
El 8 de julio, en el Municipio San Miguel del Padrón, un policía asesinó a sangre fría a un enfermo mental llamado Jeovanis Herrera Ramírez de 38 años.
El policía disparó contra Jeovanis Herrera y lo hirió mortalmente en el pecho. Según cuentan sus familiares y vecinos, Herrera Ramírez había tenido una disputa familiar y estaba muy alterado, porque desde hacía cuatro meses no tomaba el medicamento indicado por el siquiatra porque está en falta en las farmacias. El enfermo quiso hacer estallar un botellón de gas pero sus familiares se lo impidieron. Fue entonces que salió para el portal de su casa, gritando y con un cuchillo en la mano. Cuando acudió el policía, le gritó: ¡No me eches espray! El policía retrocedió, sacó el arma y le disparó al centro del pecho, delante de su anciana madre.
Herrera Ramírez fue cremado y su familia veló sus cenizas en la funeraria de San Miguel del Padrón. La presencia en la funeraria de esta reportera, junto a seis activistas de derechos humanos, provocó que la presidenta del Poder Popular del Municipio Ana María, se personara en el lugar acompañada de un grupo de funcionarios, y expulsara a todos de la funeraria, incluidos los familiares. La funcionaria defendió al policía, dijo que “este problema no podían cogerlo como una situación política” y profirió insultos contra los opositores que se encontraba allí apoyando a la familia. Sin respetar el dolor de los familiares, vociferó obscenidades dentro de la funeraria y dio por terminado el velatorio.
Entre los activistas de los Derecho Humanos se encontraban Michel Iroy Rodríguez (presidente de Impacto Juvenil Republicano), Yunior García Roca, José Ángel Luque, Niurka Luque, Yaquelin Boni y Rebeca Rojas.
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