Reos en huelga de hambre en hospital del Combinado del Este

por Dania Virgen García

Bloguera y Periodista Independiente

 

17 de marzo de 2011

 

Foto: Prisión Combinado del Este

 

 

Desde el Hospital de la Prisión Combinado del Este, varios reclusos ingresados se han declarado en huelga de hambre para protestar por los maltratos a que están sometidos.

 

Daniel Hernan André Dierck, un ciudadano belga,  se encuentra ingresado en el Hospital del Combinado del Este luego de ser  trasladado desde la Prisión para Extranjeros La Condesa por tener complicaciones estomacales. Estuvo 42 días con vómitos sin ser atendido por los médicos ni oficiales de la prisión. Cuando se encontraba grave, casi al borde de la muerte, fue que lo trasladaron hacia el Hospital de Reclusos del Combinado. Ahora se encuentra en huelga de hambre desde el pasado 9 de febrero.

 

Daniel Reyes Mena, un reo que ha vivido la mayor parte de su vida en la cárcel, presenta padecimientos de los pulmones, el hígado, el páncreas, ulceras e inflamación en el tubo digestivo. Se encuentra en huelga de hambre porque considera no estar bien atendido por los médicos del Hospital del Combinado del Este.

 

Leonardo Michel Saura Cárdenas lleva más de 130 días en huelga de hambre pidiendo que se le revise su causa porque afirma que es inocente. Ha estado ingresado en tres hospitales de la capital: La Covadonga, el Hospital Militar “Carlos J. Finlay” y el Hospital de Reclusos del Combinado del Este, donde se encuentra ahora. Ha estado en terapia intensiva en cuatro ocasiones. Su familia se ha quejado al Consejo de Estado y a la Oficina de Atención a la Ciudadanía del MININT, pero no le han dado respuesta.

 

Otro reo, el cubano-americano Julio Rafael Mesa Fariñas, acusado de tráfico de inmigrantes, que se encuentra en huelga de hambre desde el pasado día 3 de enero en demanda de la revisión de su causa, se encuentra actualmente en estado muy grave en la sala de terapia intensiva del Hospital de Reclusos del Combinado.

 

Estos reos y otros que no se atreven a revelar sus nombres por temor a las represalias de las autoridades penales, denuncian ante el mundo los maltratos que son sometidos por los oficiales y el personal médico de las prisiones.