por Dania Virgen García
Bloguera y Periodista Independiente
25 de marzo de 2011
Foto AP: Unidad 1 del Combinado del Este
Desde la prisión Combinado del Este, varios reclusos que requirieron el anonimato por temor a represalias denuncian los malos tratos que sufren por parte de los funcionarios de orden interior en las naves de trabajo.
En las ensambladoras de cajas de acopio, trabajan 23 reclusos de 7 de la mañana hasta las 4 de la tarde. La norma es 90 cajas por cada preso. Cada caja la pagan a 25 centavos. El salario fijo es 225 pesos en moneda nacional, pero el Ministerio del Interior les hace un descuento de 25 pesos en moneda nacional.
A menudo los reclusos no pueden trabajar porque falta la madera.
Estas cajas se venden a centros de acopio agrícolas estatales en Melena a 10 pesos y en Quivicán a 8 pesos.
Según las fuentes, las condiciones de trabajo son precarias, no tienen medios de protección, y como la nave no tiene techo, tienen que trabajar a pleno sol. La alimentación es poca, mal elaborada y a veces está fermentada.
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