Dania Virgen García
Cuba por Dentro
En la mañana del 20 de enero se produjeron fuertes operativos policiales en todo el país para impedir que opositores y activistas de derechos humanos realizaran actividades para honrar al opositor pacífico Wilmar Villar Mendoza de 31 años, quien murió, luego de una huelga de hambre de más de 50 días, la tarde del día 19 en el Hospital “Juan Bruno Zayas” en Santiago de Cuba.
En La Habana, a la casa-sede de las Damas de Blanco “Laura Pollán”, donde se encontraba el libro de condolencia por Villar Mendoza, sólo pudieron entrar 10 integrantes del movimiento femenino. Varias decenas de Damas de Blanco y opositores fueron detenidos por efectivos de la Seguridad del Estado, que mantuvieron la vivienda sitiada todo el día.
Danniellis Betancur Leiva y Maritza Col Lamo, del movimiento Damas de Blanco “Laura Pollán”, informaron desde Guantánamo de detenciones para impedir una protesta pacífica por la muerte del opositor que se realizaría en casa del opositor pacífico Héctor López Pérez, ubicada en la calle Nueve Oeste número 1075.
Los detenidos, que pertenecen al movimiento de Resistencia y Democracia y de la afiliación PACO, se nombran Yoandry Beltrán Gamboa, Francisco Soria Claro, Yordy Sofía Rodríguez, Elmer Figueras Ros, Roberto Carlos, Rogelio Tabío Ramírez y Lázaro Chibás Andriaga. Abel López Pérez fue detenido alrededor de las ocho de la mañana, cuando salía de su domicilio en el reparto Caribe, y rociado con gas pimienta durante la detención. Según los informantes, no se sabe del paradero de ningunos de los detenidos.
Juan Cordero Perdomo, secretario del movimiento “Pedro Luis Boitel”, informó que en el barrio de Pueblo Nuevo, Holguín, en la vivienda sita en 18, entre 23 y 17, perteneciente a Romelia González, integrante de las Damas de Blanco, se personaron cinco mujeres de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), con el objetivo de amenazarla para que no fuera a marchar el domingo.
En todo el país se reportaron operativos, detenciones, y amenazas por parte de los oficiales de la Seguridad del Estado, quienes se mostraron especialmente represivos en la provincia de Santiago de Cuba para impedir que los activistas pudieran asistir al funeral del mártir Wilmar Villar Mendoza.
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