Dania Virgen García
Periodista Independiente
18 de Mayo del 2010
Desde los mismos inicios de las luchas independentistas de nuestros mambises en la manigua, se levantó la voz de la mujer cubana, que además de luchar por la libertad de su Patria, sometida al yugo español, se elevó por su propia emancipación. A la Asamblea de la Republica en Armas, en Guaimaro, en 1869 llegaron las palabras de Ana Betancourt, la mambisa que planteó que la revolución iniciada en Yara era el despertar de la mujer dormida y que la Revolución había llegado para soltarle las alas a la mujer.
Más tarde, las ideas martianas convocaron a la lucha a la mujer cubana. Expresaba Martí que “la obra de la Revolución no estará acabada si a ella no se une el corazón de la mujer”.
A finales del primer tercio del pasado siglo, el 8 de marzo de 1931, las mujeres cubanas celebraron por primera vez el Día Internacional de la Mujer. Ha de destacarse que esto se realizó durante la dictadura de Machado, constituyendo este hecho una gloriosa jornada de lucha de la mujer en Cuba.
Si se echa una ojeada a las estadísticas de los años de la primera mitad del pasado siglo, vemos que a duras penas la mujer trata de lograr espacios en la vida social del país. Barreras como la discriminación de género, una sociedad machista y gobiernos que valoran a la mujer como un objeto, una cosa o más tristemente como una mercancía, fueron altos muros que tuvieron que franquear la mujer en sus luchas durante los años de la República.
Fue necesario un cambio social radical como el ocurrido en nuestro país en enero de 1959, para que la mujer cubana se abriera paso más rápidamente en ocupar los lugares que ha de merecer en la sociedad. Hoy se desempeña en diversas esfera de la vida, son campesinas, obreras, profesionales, empresarias, científicas, artistas, y ocupan puestos de direcciones en Cuba. Todas tienen objetivos comunes tanto en su desempeño en la vida social, política, como en la doméstica; con su inteligencia, dedicación, trabajo y sacrificios, unen esfuerzos para lograr una vida mejor.
También con esfuerzo luchamos por la mejor formación de nuestros hijos en las tareas diarias con la familia en estos duros días de período especial. Enfrentamos la lucha por merecer la libertad y democracia con el toque que solo nosotras sabemos dar para lograr el espacio que merecemos.
A pesar de los logros alcanzados, existen en nuestra sociedad rezagos de machismo y discriminación, y contra esto la mujer continua luchando para alcanzar una sociedad mejor.
La mujer cubana fue para Martí “el mayor empuje, el valor primero”. Para ellas tenia que existir un sitio meritorio en la patria libre. Dijo el Apóstol: “La Dignidad de un hombre es su Independencia y la de una mujer se mide por los esfuerzos que inspira para conquistarla”. En otro momento añadía: “La campaña de los pueblos solo son débiles cuando en ella no se alista el corazón de la mujer.”
0 comentarios:
Publicar un comentario