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por Dania Virgen García
Periodista Independiente
2 de Julio del 2010
Ni siquiera en el exilio Antonio Crespo Góngora logró librarse de las leyes injustas del gobierno castrista. Recientemente fue víctima de las aberradas leyes migratorias que permiten al régimen decidir qué cubanos pueden venir a la patria o no a visitar a su familia.
El pasado mes de mayo, Crespo vino a Cuba. Luego que lo dejaron hacer todos los trámites migratorios, cuando llegó al aeropuerto de Rancho Boyeros, lo viraron en el mismo avión a Miami. No hubo explicaciones.
Se supone que las autoridades lo expulsaron porque antes de irse para Estados Unidos con visa de refugiado político, era integrante del Movimiento Liberal Unido y luego del Partido Libertad y Democracia.
Las injusticias del régimen no son una nueva noticia para Antonio Crespo y su familia.
El hostigamiento contra él por ser opositor se inició en el año 2005, cuando le aplicaron la Ley 149 (el llamado Plan Maceta) y le decomisaron el auto, una moto y otras propiedades. En el año 2006 trataron de desalojarlo varias veces de su casa, ubicada en Avenida Nicio García número 202 entre 19 y 25, Reparto Piedras Blancas, en Holguín.
Un hermano y un primo de Crespo fueron desalojados. Sus casas fueron luego entregadas a oficiales del ejército. La vivienda de Antonio Crespo estaba destinada a un destacado pelotero del equipo provincial de Holguín.
Nadie puede hacerle cuentos a este holguinero residente en la Florida sobre lo injustas que son las leyes en Cuba. Si alguien quiere saber al respecto, que le pregunten a Crespo.
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