por Dania Virgen García
Bloguera y Periodista Independiente
9 de Julio del 2010
Dulce María Martiatu, una anciana de 78 años, desde hace casi una año rueda de casa en casa. Para dormir bajo techo y muchas veces también para comer, sólo cuenta con la generosidad de algunos vecinos. No tiene familia y sólo cobra una chequera de 147 pesos. Vivía en Pasaje Revenga número 20512 entre B y Albita, San Juan de los Pinos, en San Miguel del Padrón, pero su vivienda se derrumbó. Las autoridades municipales alegan que no tienen donde albergarla.
No es la única persona en el municipio en esa situación. Sin embargo, en San Miguel del Padrón abundan las casas confiscadas por el Estado de personas que se fueron del país que son utilizadas como sedes de organizaciones del gobierno, en vez de para alojar a las familias que no tienen casa.
En Calzada de San Miguel número 4216, en La Carolina, la casa de unas personas que se fueron del país la convirtieron en una oficina de correos. Esos son también los casos de la sede de la Asociación Nacional de Economistas de Cuba (ANEC) y nada menos que del Instituto Nacional de Asistencia y Seguridad Social (INASS).
La Federación de Mujeres de Cuba (FMC) municipal radica desde hace años en la antigua mansión de una familia adinerada.
En la casa que sirve de sede a la Dirección de Albergues antes vivía un militar, al que le dieron una casa más grande y con garaje. También fue de gente adinerada. Después del triunfo de la revolución, se la dieron a una mujer con méritos políticos. Al morir esta, se la dieron al militar a cambio del lugar para instalar la Dirección de Albergues.
La Comisión Electoral del municipio ocupa dos casas, ambas con garajes. La zona de los CDR radica en una casa del reparto Monterrey.
Dos antiguas casonas están dedicadas al arquitecto de la comunidad y el Registro de Propiedad. Otra que durante años fue una escuela y luego la cerraron ahora es la Dirección Municipal de Educación. El tribunal y la fiscalía municipal de San Miguel también fueron casas arrebatadas a la burguesía.
Eso, por no hablar de las casas que construyen para repartir entre “pinchos”. Como las casas construidas por las FAR que el anterior secretario del Partido Comunista en San Miguel regaló a los directores del municipio de salud y la Unión Eléctrica.
Son sólo algunos ejemplos de casas que pudieran ser de más utilidad a la población que para cobijar a ineficientes entidades de la burocracia comunista. Ojala capten la idea. Para que luego no digan que los periodistas independientes no damos buenos consejos.
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