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por Dania Virgen García
Bloguera y Periodista Independiente
29 de abril de 2011
El reo José Ángel Díaz Ortiz, antes de ser sacado del área de castigo llamada “la 47”, del Combinado del Este y conducido con rumbo desconocido, estaba en huelga de hambre en protesta por los maltratos a que estaba sometido.
En marzo del año 2003, Díaz Ortiz intentó secuestrar una avioneta hacia Estados Unidos. Fue juzgado en la Causa 18/2003 y condenado a cadena perpetua.
Recientemente me hizo llegar una carta donde narra su peregrinar por las cárceles cubanas.
Durante el proceso de instrucción en Villa Marista, sede de la Seguridad del Estado, amenazaron con fusilarlo como habían hecho días antes con los secuestradores de la lancha de Regla.
Después del juicio fue trasladado para la Prisión de Agüica, en Matanzas, una prisión de mayor rigor, donde fue víctima de maltratos físicos y sicológicos. Refiere que el Jefe de la Prisión amenazó con sacarle los dientes y tirarlo por las escaleras. Permaneció por meses, sin ropa y sin alimentos, en celdas de castigo.
En Agüica, Díaz Ortiz tuvo problemas nerviosos por los cuales tuvo que tomar grandes dosis de medicamentos, que le hicieron perder el pelo, le afectaron la visión y provocaron problemas bucales.
De todo ello, Díaz Ortiz responsabiliza al Instructor Emilio, que en aquel entonces tenía el grado de capitán y ahora es el Segundo Jefe de la Prisión de Agüica, con el grado de mayor.
De Agüica, Díaz Ortiz fue trasladado al Combinado del Este. Refiere: “Quien me recibió fue el Capitán Riquelme, un asesino, que me dijo que volvía a empezar mi pesadilla. Fui sometido a las mismas condiciones de Agüica. Constantemente violan mis derechos. Llevo ocho años viviendo los maltratos más severos que pueda vivir un preso, todo por querer salir del país porque no estaba de acuerdo con el gobierno y quería ser libre”.
“Me he quejado a todas las instancias del gobierno y mi mamá también, pero se han burlado de nosotros por reclamar mis derechos, por eso me encuentro en huelga de hambre hasta que se haga justicia”, expresa Ángel Díaz Ortiz en su carta.
Según su esposa, luego de su traslado, el jefe de la prisión se niega a informar su paradero.
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