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por Dania Virgen García
Cuba por Dentro
El 24 de agosto un derrumbe parcial en el asilo de ancianos “28 de enero”, en Lawton, en el municipio capitalino 10 de octubre, ocasionó la muerte de un paciente.
Julio Tanis, de 85 años, se encontraba durmiendo en una habitación de la sala B cuando un pedazo de techo cayó sobre su cama alrededor de las 2:00 de la madrugada y lo partió en dos pedazos junto a la cama en que dormía.
La hija del anciano se quejó ante las autoridades y el Ministerio de Salud Pública. Tres días después se personó el ministro de salud y dio órdenes de trasladar a los ancianos y trabajadores a los asilos de San Catalina, en El Cerro y Chun Wah, de San Miguel del Padrón y la escuela de medicina “Salvador Allende”.
Los trabajadores se encuentran muy disgustados porque desde hace varios años ellos habían reportado la situación en que se encuentra el asilo. La respuesta por parte de las autoridades de Salud Pública era que no tenían presupuesto para arreglar el asilo.
“Tuvo que haber un muerto para que se decidieran a arreglar el asilo”, comentó un empleado, quien aseguró que todos los asilos se encuentran en la misma situación deprimente, los ancianos son maltratados y la comida no es la adecuada.
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