Dania Virgen García
Cuba por Dentro
Reclusos de la Prisión de Guanajay, en Artemisa aseguran que al reo Joaquín, conocido como el Bailarín, hubo que amputarle una pierna por culpa del jefe de la prisión que se negó a trasladarlo a tiempo al Hospital Nacional de Reclusos del Combinado del Este.
El jefe del puesto médico le comunicó al jefe de la prisión que el recluso, que se había inyectado petróleo con excrementos en una pierna, tenía que ser trasladado para el Hospital Nacional de Reclusos del Combinado del Este, pero el jefe de la prisión, el oficial se negó.
El reo fue llevado a celda de castigo por orden del jefe de la prisión el 5 de septiembre. Cuando finalmente el recluso fue trasladado para el Hospital de Reclusos, hubo que amputarle la pierna.
Según los presos y funcionarios del orden interior que se encontraban alrededor de la celda de castigo donde se encontraba el Bailarín, la pierna estaba podrida y apestaba.
El jefe de la prisión, junto a Peña, el segundo director de las prisiones de la provincia Artemisa, ahora acusan al jefe del puesto médico de la prisión de Guanajay de no haber conducido al recluso a tiempo para el HNR.
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