Dania Virgen García
En Cuba existen cinco prisiones de enfermos de VIH-SIDA: en San José de las Lajas (Mayabeque), Santa Clara, Camagüey, Holguín, y Santiago de Cuba. En ellas, los reos son severamente maltratados por los funcionarios de orden interior, y los jefes de estas prisiones. Los enfermos son despreciados y sometidos a torturas sicológicas, y física, constantemente. Los más afectados por estos maltratos son los homosexuales.
Estos enfermos tienen una mala alimentación, en ocasiones putrefacta. Jamás aparece la carne de res en sus bandejas.
En estas prisiones abundan los jóvenes con edades entre 17 y 25 años. Estos presos son tratados como animales, por lo que la mayoría intentan contra sus vidas, por encontrarse arrinconados, y no soportar las humillaciones y los maltratos de los FOI. Los jefes de estas prisiones, conjuntamente con los jefes de logísticas, roban la alimentación de los presos. La atención médica es pésima. Tienen que sobrevivir con los medicamentos que les llevan sus familiares.
Entre los reos se han presentado brotes de gripe y de sarna. Para la gripe, solo les suministran cocimientos.
Cuando se quejan ante las autoridades penales, toman represalias contra los reclusos. Les manifiestan que ellos han cometido delitos, y son los que están contagiados con la enfermedad, que no tienen derecho a reclamar, y tienen que conformarse con vivir así.
En las prisiones no existe el reactivo para los retro virales y los CD-4 los oficiales de la prisión les manifiestan que en el país no los hay.
Recientemente en la prisión de San José de las lajas, un joven de 27 años de edad, Wilfredo Pérez García, fue apuñalado por otro reo, llamado Alexander Ramos Cabrera, un reo sancionado a más de 50 años, a quien los guardias y jefes de esta prisión le tienen miedo y le permiten hacer todo lo que se le antoja. Refiere la madre de la víctima que los guardias estaban presentes y no intervinieron en la riña. El cuchillo que utilizó el agresor fue de fabricación artesanal. La madre del reo herido nunca fue informada por el jefe de la prisión, y fue amenazada.
Después de que varios reos realizaron llamadas telefónicas para informar a la prensa independiente sobre el caso, cuatro de ellos fueron severamente golpeados y trasladados para distintas prisiones de VIH-SIDA, sin sus pertenencias. Los reos Michel Benítez González y Obi Cortéz Ramos fueron trasladados para la provincia de Holguín, Yosnier Sánchez Secade, para la prisión de Villa Clara y Raili Yopis Miralles, para la prisión de Camagüey. Antes de de ser trasladados, todos fueron a parar a la prisión del VIH-SIDA, de Villa Clara. Cuando llegaron, el recibimiento fue una golpiza severa, y uno de ellos fue enviado a celda de castigo.
Otro de los casos, que sigue en condiciones reprobables es el del recluso Ariel Acosta Farada, alias El Bolo, de 28 años de edad, que sigue en mal estado de salud, con una isquemia cerebral que lo dejó con el lado izquierdo paralizado.
dania@cubadentro.com
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