Dania Virgen García
Desde el 1ro de julio, en La Habana se intensificó la fumigación, producto de la propagación del mosquito Aedes aegyty, trasmisor del dengue.
Los empleados de la campaña trabajan de ocho de la mañana a seis de la tarde, de lunes a domingo, sin descanso. Son apoyados por brigadas del Ejército Juvenil del Trabajo, (EJT).
Enfermeras, médicos, y oficiales de la FAR, se reúnen dos veces a la semana en el parque de Monterrey, frente a la vivienda de esta reportera, en San Miguel del Padrón.
Según informaciones que recogí de los fumigadores, que San Miguel del Padrón, es el municipio donde más se ha incrementado el dengue, producto de los salideros de agua potable, y albañales, que hay en todo el municipio. A eso se suman la basura y los escombros que se acumulan por semanas y meses, en las calles, además de las condiciones insalubres de los asentamientos ilegales, donde no hay alcantarillado y defecan en javas de nylon.
Estos jóvenes fumigadores del EJT radican en la unidad militar, que se halla detrás del Hospital Militar “Doctor Luis Díaz Soto” (Naval), situado en reparto Camilo Cienfuegos, municipio Habana del Este. Son jóvenes de entre 18 y 20, años, la mayoría procedentes de las provincias orientales.
Después que recibí esta información, cuando se presentaron en mi vivienda para fumigar, se dieron un susto tremendo por haberme dado la información cuando supieron que era periodista independiente. Los pobres, se quedaron más blancos que la bata de un medico. No querían ni entrar. ¡Como temblaban!
dania@cubadentro.com
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