Dania Virgen García
Cuba por Dentro
Cuba por Dentro
Desde la prisión provincial de Las Mangas, en Bayamo, Granma, el recluso Julio Ortiz Argudín denuncia las críticas condiciones de los presos en ese penal.
Refiere Ortiz que la prisión alberga más de 1200 encarcelados, los presos, en vez de ser sacados a coger sol y aire en la prisión una hora diaria los sacan cada siete días, o más. Los soleadores están llenos de basura, y abundan las ratas y todo tipo de insectos. Debido a que las tuberías de alcantarillado se encuentran rotas, las aguas albañales se estancan debajo del edificio, lo que produce tremenda fetidez.
Las visitas familiares de los reclusos que se hallan pendiente se las dan cada 21 días.
Los presos que se declaran en huelga de hambre son llevados a celdas de castigo, y torturados.
La atención médica es insuficiente: los presos deben encontrarse muy graves para ser atendidos.
El agua que beben los presos está contaminada y la alimentación es pésima. La comida la hacen sancochada; según asegura la fuente, la hacen de esta forma para que los reclusos no se la coman y así los funcionarios de orden interior puedan llevarse el sancocho para sus puercos. A diario los guardias hacen cola para llevarse las tanquetas de sancocho que colocan en los cubículos, de los destacamentos. Se llevan de 10 a 12 cubetas llenas.
Afirma que la comida se la reparten entre los jefes para llevársela para sus casas.
Los internos que protestan o reclaman sus derechos son golpeados hasta dejarlos desmayados.
Refiere la fuente que le fueron suspendidas las inyecciones de vitaminas B1, B6, B12, pero el teniente Javier le advirtió que si protestaba lo matarían a golpes.
dania@cubadentro.com
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