Bloguera y Periodista Independiente
10 de noviembre de 2010
Caridad Blanco Suárez, de 57 años edad, residente en La Carolina en el Municipio capitalino San Miguel del Padrón denuncia que su hijo Ernesto Blanco Suárez, de 32 años, un retrasado mental, permanece injustamente encarcelado en la Prisión 1580 desde el pasado mes de abril, acusado de una estafa que no cometió.
En aquella ocasión, a Ernesto Blanco lo condenaron a un año y seis meses de prisión. Ahora pretenden volver a juzgarlo por robo con violencia. Los que lo acusan son policías, quienes en el juicio anterior manifestaron que no sabían si conocían a Ernesto; este fue golpeado y amenazado con darle un tiro en la cabeza en la Unidad de la Policía de Guanabacoa, Ciudad Habana.
Caridad Blanco ha acudido en varias ocasiones a reclamar justicia al Consejo de Estado, al Tribunal Supremo, al Departamento de Atención a la Ciudadanía de la PNR, pero nunca ha recibido respuesta.
“¿Cómo Ernesto va a estafar a alguien si apenas sabe leer y escribir?”, pregunta Caridad, quien refiere que su hijo terminó el quinto grado a los 15 años de edad en una escuela para muchachos con retraso mental.
Caridad Blanco refiere que ha contratado tres abogados, pero nada han hecho. “Se han burlado de mí, no tengo dinero para pagarles más”. Está desesperada porque su hijo le ha dicho que si sigue preso se va a suicidar.
Madre de 5 hijos, dos hembras y tres varones, Caridad Blanco, además del encarcelamiento de Ernesto, enfrenta una dramática situación familiar. Una de sus hijas murió de un infarto hace un año. Tenía una niña de 10 años, quien la tiene bajo su custodia. A la otra hija la asesinó su esposo, el Capitán Armando Carñizán, de la Guarnición del Combinado del Este, quien luego se suicidó.
De los tres varones que le quedan, uno de ellos, Ezequiel, es diabético y está postrado desde hace más de 10 años con atrofia muscular generalizada, camina agachado y no se puede parar, no tiene silla de rueda.
Caridad recibe una chequera de 235 pesos mensuales para pagar luz, casa, agua, alcantarillado, y comprar la comida para su familia. Afirma que cuando se ha quejado de que con ese dinero no puede mantener a una nieta huérfana y un hijo postrado. En el Bienestar Social le han dicho que se calle, que La Revolución le ha dado demasiado.
0 comentarios:
Publicar un comentario