Dania Virgen García
Cuba por Dentro
Generoso que es el gobierno, los niños en Cuba reciben 460 gramos de pollo una vez al mes y la leche en polvo hasta los seis años de edad. De cero a un año le proporcionan seis bolsas de 600 gramos, de dos a seis años tres bolsas de 1 kilo al mes.
No reciben la jamonada, que siempre llega a la carnicería podrida, ni el picadillo de res que es más pellejo y sebo que carne. La carne de mejor calidad se vende en las tienda de moneda convertible.
Un kilo de leche en polvo en las tiendas recaudadoras de divisas cuesta cuatro dólares. Un kilo cuesta más de tres dólares.
Muchos niños y adolescentes enfrentan enfermedades agudas y crónicas debido a la mala alimentación, que no les permite tener un sistema inmunológico capaz de enfrentar virus y enfermedades.
En la Isla de la Juventud, el expreso político Ramón Andrés García Marrupe, tiene una hija, Rachel Alejandrina García, de tres años de edad, quien presenta una enfermedad incurable, de síndrome de mala absorción, por deficiencia médica, provocada por el antibiótico penicilina cristalina.
Se pregunta este padre si es posible que estos niños pueden alimentarse con lo que les da el estado.
A Rachel Alejandrina le asignan por dieta especial, 1600 gramos de pollo, 345 gramos de carne de res, y 2 kilos de viandas, todo esto una vez al mes.
Las vitaminas que necesita esta niña, en las farmacias de moneda nacional, nunca las hay, como son las vitaminas B1, B12, y el jarabe suplemento de hierro. Pero en las farmacias de moneda convertible, el jarabe, un frasco de 120 ml, está en existencia a un precio de 8 dólares.
Mi nieto, Yeiko José, es asmático crónico desde que nació. Su madre, mi madre, y esta reportera, hemos tenido que tener cuidado con las dosis que le suministran los médicos de salbutamol, porque varias veces los médicos y enfermeras le han suministrado dosis por encima de la que le toca. Si no hubiésemos estado al tanto, hoy mi nieto estuviera muerto.
Pero el problema no se queda ahí. Yeiko José tiene que ser operado de la garganta, y la adenoides, pero llevamos más de un año tratando de que sea atendido por un especialista que valga la pena, y no lo hemos conseguido. Sus medicamentos tienen que ser comprados en las farmacias de moneda convertible, donde por ejemplo, un frasco de aceite de hígado de bacalao, de menos de 120ml, cuesta 8 dólares.
¿Cómo es posible que el gobierno cubano ante el mundo se proclame como potencia médica mundial, si los niños cubanos no tienen como alimentarse, y las medicinas que necesitan no las hay en moneda nacional?
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