Dania Virgen García
Cuba por Dentro
Desde el campamento penal Ho Chi Minh, en Bainoa, provincia de Mayabeque, el reo Lázaro Pie Pérez, informó que los culpables de las muertes de cuatro reclusos de dicho centro, ocurridas el pasado mes de diciembre en un accidente de tránsito, quedaron impunes.
El accidente ocurrió el 9 de diciembre del pasado año, en horas de la noche. Los presos viajaban en un camión V8, que transitaba por la carretera de Güines, en Jaruco, de regreso al centro penitenciario.
En el camión viajaban el chofer y 13 presos. Un grupo de ellos venían de trabajar en la fábrica de conservas de Güines, y el resto de trabajar en la construcción de la vivienda del capitán Castro, cuya vivienda fue construida con materiales destinados al campamento.
El chofer del camión se encontraba en estado de embriaguez en el momento del accidente. Se encuentra preso actualmente. Anteriormente había sido multado por manejar en estado de embriagues y a exceso de velocidad.
Las autoridades, para salvar su responsabilidad, trasladaron a algunos de los testigos para otros centros penitenciarios, y otros fueron liberados en el indulto del pasado año, a cambio de que no hablaran del accidente.
Los cuatro internos fallecidos en el accidente fueron Pablo Correa Espinosa, de 40 años, Osvaldo de 36 años de edad, Berandi, de 21 años de edad, y Orlando, de 44 años. A los tres primeros les faltaban días para salir en libertad; el último debía ser liberado en el mes de abril del presente año.
Orlando y Pablo Correa, eran reclusos con el régimen de minina, que sólo llevaban unos meses en prisión antes del accidente.
Entre los reos que sobrevivieron al accidente, el apodado el Burro, residente de la localidad de Güines, quedó inválido y fue puesto en libertad. Otros tres, los apodados Chenique, el Tigre, y John, siguen recluidos en el campamento.
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