Dania Virgen García
Cuba por Dentro
El recluso Andrés Menéndez Malagón murió en el hospital nacional de reclusos del Combinado del Este por negligencia médica el 3 de marzo, informó el preso político Daniel Pérez Díaz, delegado del Movimiento 24 de febrero.
Andrés Menéndez, alias el Cojito, de 45 años, se encontraba ingresado en la sala de terapia intensiva.
El recluso había sido ingresado en el mes de febrero por una reclamación que presentaron los familiares en la Dirección de Cárceles y Prisiones. Menéndez Malagón se había quejado en varias ocasiones porque no se le estaba dando la atención médica adecuada.
Días después de la muerte del recluso Brindis Villalón, el 15 de febrero, Menéndez fue dado de alta clínica de la sala E y devuelto para el destacamento por el doctor Planas, conjuntamente con el jefe del HNR, el mayor Carlos, y médicos recién graduados, quienes expresaron que los que protestaron por la muerte de Brindis Villalón serían dados de alta.
Menéndez, al no estar de acuerdo con que se le diera el alta médica, ya que estaba mal, se enfrentó a los médicos y los llamó veterinarios asesinos. El funcionario de orden interior, teniente Escalona, salió en defensa de los médicos, y a empujones, en presencia de varios presos que se encontraban ingresados allí, lo llevó para su destacamento. En protesta, Menéndez se declaró en huelga de hambre, sin ingerir agua.
A los 8 días de la huelga de hambre, los médicos decidieron ingresarlo por su pésimo estado de salud. Fue ingresado de urgencia en la sala de terapia intensiva, con todos los equipos cardiovasculares puestos, y con levin y sondas.
El jefe de la sala, el doctor Rodolfo, le comunicó al jefe del hospital, el mayor Carlos, que había que remitirlo para otro hospital con urgencia, pero cuando llamaron a la ambulancia SIUM, demoró cuatro horas. Andrés Menéndez falleció a las 4 y 55 de la tarde del día 3 del presente mes, amarrado en la cama.
Entre sus varias enfermedades, se encontraban la diabetes tipo tres, úlceras en ambos pies, y neuropatía desde el año 2006, que lo condujo al uso del bastón. No tenía una alimentación adecuada, y la atención médica que recibía era deficiente.
Los médicos le comunicaron a la familia que el reo falleció por un fallo multiorgánico, pero la verdadera causa de su muerte fue por una descompensación de la diabetes.
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