Golpeadura a recluso en la prisión de Kilo 7

Dania Virgen García
Cuba por Dentro

Desde la Prisión Kilo 7, en Camagüey, el reo Jorge Alberto Liriano Linares informó por vía telefónica, que el reo del destacamento 5 Orestes Reinoso González, de 39 años de edad, de la raza negra, residente en el municipio capitalino 10 de Octubre, fue severamente golpeado el pasado 9 de agosto.

Afirma la fuente que poco faltó para que lo mataran a golpes. Durante una requisa  le ocuparon pedazos de parafina que utiliza para el tratamiento de las artritis que padece. Reclamar ante el jefe de orden interior, sub oficial Rodney Álvarez Alcobeda, fue suficiente para que  oficiales del llamado “escuadrón de la muerte” de Kilo 8 (prisión de régimen especial), comandados por el mayor Mendilú, actual jefe de departamento de orden interior del territorio, lo golpearan salvajemente.

Reinoso resultó con  lesiones serias en el cráneo y el rostro, y hematomas en todo el cuerpo. Con las heridas aun sangrantes,  fue llevado a una celda de castigo de la prisión Kilo 8, donde recibió torturas y tratos inhumanos  por espacio de más de 20 días, sin recibir asistencia médica.

La golpiza en el cráneo le causo un severo traumatismo que le ocasiona intermitentes   pérdida de los signos vitales.

Los implicados en la salvaje golpiza fueron el sub oficial Enrique Zayas Ventó y los funcionarios de orden interior apodados Tabaquito, y  Mines, todos miembros del llamado “escuadrón de la muerte”  de Kilo 8, que cuentan con un historial de crímenes y asesinatos amparados por la justica.

La victima reconoce que por instintos trató de defenderse, lo que fue suficiente para ser acusado de atentado, desacato, y resistencia. En protesta, Reinoso  se declaró en huelga de hambre desde el pasado día 13.

Afirma la fuente que en la prisión de Kilo 7  suman 5 los muertos y  70 los presos lesionados gravemente por  funcionarios de orden interior en lo que va de año. La cifra de torturados en celdas de castigo sobrepasa de los 150.

“Queda bien claro el abuso de poder, la falta de escrúpulo, la doble moral, y la criminalidad que pone al desnudo el falso compromiso del régimen con los derechos humanos”, comentó la fuente.