12 de junio de 2011
por Dania Virgen García
Bloguera y Periodista Independiente
24 de junio de 2011
Desde la Prisión 1580 en san Miguel del Padrón, denuncia el recluso Reinier Biscet Morales, que en el penal existe un alto nivel de corrupción entre los funcionarios del orden interior y los reclusos.
En el destacamento 10, el reeducador llamado Niorges Díaz Morales, quien es el primer secretario del PCC (Partido Comunista de Cuba) de la prisión, tiene amenazado a los reclusos.
“Les reitera que el destino de ellos está en sus manos y por eso los obliga hacer negocios”, afirma Biscet. “Niorges Días cambia cajetillas de cigarros fuertes y suaves a los internos por jabones, que luego vende en la calle a 10 pesos. También introduce en la prisión medicamentos que los presos usan para drogarse, y él se los vende o se los cambia por bolsas de leche o lo que necesiten”.
Refiere Reinier Biscet que el reeducador Niorges tiene otros negocios que son en moneda convertible. Algunos internos reclamaron ante los superiores y estos terminaron en las celdas de castigo para que no hablaran.
Según Biscet, el 90% de los problemas en la prisión se deben a los juegos prohibidos y las drogas que introducen los FOI (Funcionarios del Orden Interior).
por Dania Virgen García
Bloguera y Periodista Independiente
24 de junio de 2011
Desde la Prisión de Mujeres del Guatao, al oeste de La Habana, denuncian las reclusas que están siendo maltratadas por los reeducadores del penal.
Según informan, en la prisión el teléfono se lo están asignando cada 21 días por sólo tres minutos. Recientemente llegaron trasladadas en una cordillera, reclusas de otras provincias, las llamadas motineras, consideradas revoltosas, y fueron ubicadas en la prisión.
Entre tanto, esta reportera recibió informes de que en la Prisión de Manto Negro, las internas duermen en el suelo por no haber literas, la comida está en mal estado, y sigue el problema de la escasez de agua, que ponen cada dos días durante una hora.
Esta semana fueron trasladadas 180 reclusas de Manto Negro para el campamento Bandera Roja, debido a que la prisión no tiene capacidad para albergar tantas sancionadas.